Personajes —— Escritora • Kagami Kusakabe
REISEN HIRAGA
■ PERFIL
Afiliación: Academia Nacional Akatsuki, Año Tres
Rango Blazer: B
Arte Noble: Deus Ex Machina
Apodo: Pierrot
Resumen Personal: Control remoto de muñecos
Gráfica de Atributos (empezando por el extremo izquierdo, siguiendo el sentido de las agujas del reloj)
Habilidad Física: C
Suerte: C
Poder Ofensivo: D
Poder Defensivo: C
Capacidad Mágica: C
Control Mágico: A
¡Checkeo de Kagamin!
Un perver—quiero decir una persona extraña que siempre se oculta con el disfraz de un payaso. O eso pensarías, pero la verdad es que no es una persona realmente. Es una creación controlada por el usuario de títeres de Rebelión, con una técnica llamada Viuda Negra.
Esto debería ser obvio luego de recibir el ataque relámpago de la Presidente de los Estudiantes Toudou como si fuera un sapo electrocutado, ¿no? Pero... un usuario de títeres debería tener aún más fuerza que su muñeco, por lo que podría ser un oponente extremadamente peligroso.
***
“Geez. Después de la tremenda
victoria de Stella-chan, pensé que las cosas se iban a calmar, pero sucede algo
tan ridículo como esto.”
Yuudai Moroboshi, habiendo visto
el enfrentamiento de Kuraudo desde la sala de espera de la entrada azul,
expresó su asombro. Ya que él mismo había competido con el Rey Sin Corona de la
Espada, Moroboshi entendía que esa imitación era auténtica. Ni la agudeza y la
claridad de la técnica ni el discernimiento táctico eran distintos al del
original. Que haya podido igualar al caballero contra el que él había
perdido... ahh, ¿qué clase de pesadilla era esa?
“Aunque venzas a Kurogane, ella
va a estar esperando en la tercera ronda, así que ten cuidado, ¿de acuerdo?”
Riendo en voz alta, Moroboshi
palmeó el hombro de Byakuya quien estaba mostrando una expresión complicada.
Byakuya respondió con su honesta opinión.
“Yuu... ¿me estás alentando o
presionando?”
“Me estoy burlando, por
supuesto.”
“Vete a casa.”
“Por mí está bien. No es como si
necesitaras que te aliente.”
Moroboshi hablaba de manera
despreocupada, pero se conocían desde hace mucho tiempo. Byakuya sabía que
Moroboshi estaba aquí por preocupación sin importar las palabras que salgan de
su boca. Y Byakuya tampoco necesitaba hablar con terquedad.
“Considerando todas las cosas,
Shiro, eres el mismo de siempre, ignorando el enfrentamiento después del
siguiente, concentrándote en el tablero frente a ti.”
Moroboshi le echó una mirada
casual al tablero de Shogi que Byakuya había desplegado en una mesa.
“Es mi manera de precalentar.”
“¿Las artes marciales y los
juegos mentales no son como el agua y el aceite?”
Frente a la pregunta, Byakuya rió
como si fuera un poco gracioso. Pensaba que era típico de Moroboshi, la persona
que se adapta a las situaciones con la sensibilidad de un animal salvaje.
“En lo que a mí respecta, un
duelo es un juego mental, no un combate de artes marciales. Una batalla
comienza conociendo los movimientos del oponente y entendiendo su acercamiento.
Y al comprender los principios básicos del oponente, uno puede anticiparse uno
o dos pasos—pero eso sólo es lo más básico de lo básico. También está la
cuestión del físico del oponente, y cómo su personalidad afecta a su manera de
pensamiento en batalla. Cómo usa sus habilidades en cada situación. Sus
patrones de coordinación. Los detalles de cómo mueve la mirada y afecta a sus
movimientos. La respiración del oponente. Y analizo y examino todos los
datos—puedo ver cómo termina la pelea incluso antes de que empiece.”
“¿Ho? ¿Entonces ya puedes ver el
jaque mate?”
Frente a esta situación, Byakuya
no miró a Moroboshi a los ojos, pero su boca formó una pequeña sonrisa.
“En veintitrés movimientos... el
Rey Sin Corona de la Espada usará Shinkirou para escapar hacia la derecha, y
esa será mi victoria. Sin dudas.”
“...Si fuera tú no asumiría que
ese tipo se mueva de la manera que piensas. No tiene una habilidad ampliamente
variable, pero su manera de usarla es bastante diversa. Puede que siga
ocultando algo.”
Ante esa advertencia, Byakuya se
dio cuenta de que esa era la razón por la que Moroboshi había venido aquí:
junto a todo lo demás, para ayudar a su compañero. Byakuya estaba agradecido de
recibir la consideración de su amigo, y a cambio—
“Es como dices, Yuu. Él es un
caballero cuya habilidad no parece demasiado, pero es un taimado que usa todo
lo que tiene de todo tipo de maneras. Seguramente será difícil comprender todos
y cada uno de sus movimientos. Sin embargo, el próximo enfrentamiento es
diferente.”
Byakuya estaba negando la
preocupación de Moroboshi, con una voz poderosamente confiada.
“¿Qué quieres decir?”
“En lo que concierne al próximo
enfrentamiento, será muy fácil predecir sus movimientos. Porque verás, el Rey
Sin Corona de la Espada tiene una debilidad letal.”
Una debilidad letal. Frente a la
frase de Byakuya, Moroboshi pudo adivinar el significado.
“¿...Te refieres a los límites de
su habilidad?”
“Sí, exacto. Su habilidad es la
concentración extremada de su fuerza personal para utilizarla toda junta en un
corto período de tiempo. Y cuando lo hace, no puede moderarla para que le
permita usarla una segunda vez en un solo día. Una característica muy poco
flexible. En otras palabras... ya que tendremos dos enfrentamientos el día de
hoy, no podrá usar su habilidad descuidadamente.”
“Sí que lo dices confiado. Pero
si hay dos rondas bien podría usarla en la primera, sabes. O sea, contigo.”
Ante las palabras de Moroboshi,
Byakuya negó con la cabeza.
“No, eso no sucederá. Como Sara
Bloodlily puede reproducir múltiples imitaciones de él que usan Ittou Shura,
definitivamente guardará la suya para ese enfrentamiento. Y más importante...
hay una razón por la que debe ganar este torneo.”
“¿Una razón...?”
“Si no se convierte en el Rey de
la Espada de las Siete Estrellas, no podrá graduarse, ni obtener la licencia de
caballero mágico.”
“¡¿Qué demonios?!”
Frente a las palabras de Byakuya,
el rostro de Moroboshi se coloreó por el desconcierto.
“¡¿Por qué algo como eso sería
verdad?!”
“Parece que su familia lo está conteniendo,
ya que no quieren ser conocidos por criar a un Rango F. Aparentemente necesita
una manera de conseguir el título sin su consentimiento.”
“...No puede ser.”
Al ser un estudiante de otra
escuela, Moroboshi no sabía acerca de esta condición impuesta sobre Ikki. Sin
embargo, Byakuya había investigado completamente a Ikki, por lo que todos los
problemas de Ikki, su complicada situación familiar, e incluso esta absurda
promesa habían surgido. Y de esa forma, Byakuya estaba seguro de que en el
próximo enfrentamiento, Ikki no iba a usar Ittou Shura.
“Ciertamente, si fuera a
enfrentarse contra el anterior campeón nacional, necesitaría ir con todo y usar
su as bajo la manga, pero siempre está apuntando a la cima. No tiene más
opción. Y además... contra un oponente que puede reproducir sus poderes, no
puede permitirse perder su as bajo la manga. No si quiere ganar hasta el final,
claro está.”
En ese momento, se escuchó el
anuncio convocando a Ikki y Byakuya.
“De acuerdo, me voy.”
Tras lo cual, Byakuya se retiró
de la sala de espera, y siguió recorriendo el tenue camino hacia el ring donde
los espectadores estaban mirando intensamente. Al ver aparecer su figura, el
estadio estalló con vitoreos, pero ninguno de esos sonidos alcanzó a Byakuya.
Ninguno lo alcanzó en su estado de concentración. Tal información innecesaria
era ignorada por él, no era digna de su atención. Las voces de la audiencia,
incluso la escena del mundo exterior no eran percibidas por sus sentidos en
absoluto. En este momento, lo que existía en los sentidos de Byakuya era un
mundo blanco, puro, silencioso, y amplio.
Y en su centro había una sola
cosa que le aceleraba el pulso, Ikki Kurogane.
Ambos ojos detrás de los lentes
de Byakuya se entrecerraron, y estudiaron al oponente. Ikki estaba... muy
concentrado, con una mirada directa que no contenía nervios ni miedo, y cuyo
corazón no temblaba. Incluso dentro de su concentración, Ikki no olvidaba
relajarse. Para alguien que ansiaba la batalla, este era un estado físico
ideal.
Byakuya vio eso, y le resultó
espléndido. De otra manera, eso sería un problema. Si el oponente no se
encontraba en sus mejores condiciones, si el oponente no podía utilizar su
agudeza mental al máximo—
Este juego de veintitrés movimientos no terminará
perfectamente.
Esto era tan importante para
Byakuya como la propia victoria. Su estética no se trataba simplemente de
pelear y sobre la victoria o la derrota. Lo que ansiaba no era una contienda
incivilizada, ni tampoco comparar técnicas. Lo que quería era un enfrentamiento
de algo nivel de la mente contra la mente. Ikki Kurogane—si se trataba de este
chico, definitivamente conseguirá lo que busca. En este silencio, ellos harán
un movimiento después de otro, un duelo que empareja el ingenio contra el
ingenio. Un conflicto diferente a una filosa riña. Y estos veintitrés
movimientos serán algo hermoso de lo que se podrá hablar durante años. Así que—
「¡Y ahora, comienza el segundo
enfrentamiento de la segunda ronda del Bloque C! ¡LET's GO AHEAD!」
La memoria de Ojo de los Cielos Byakuya Jougasaki se apagó allí, desconectándose tan abruptamente como una señal de TV. Lo que quedaba era el vacío de la ignorancia. Pero dentro de su consciencia hundida totalmente en la oscuridad, sólo escuchó el eco de dos palabras—
“Ittou Rasetsu.”
NOTAS DEL TRADUCTOR:
*Dentro de la raw de la novela original, literalmente hay
dos páginas completamente negras, aludiendo al “apagón” de Byakuya.
Traductor al Español: nahucirujano
Corrección: Sin corrección.
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